Pese a casi llorar al ver mi cámara pasar por los rayos x, sí, tan acostumbrado estoy al digital que dejé que pasaran mi mochila con mi COSINA, su objetivo de 50mm y un carrete en B/W de 400 ASA por el escáner. Mi sorpresa fue extraña, reveladora, mirando a la pantalla y viendo el contenido de la mochila, sólo pude hacer una cosa, dirigir mi vista al suelo a modo de entrega al infierno del velado.
Pero como he dicho, “pese” a todo ello el carrete se ha revelado sin problemas. Creo calcular que lo que hoy muestro es todo un año de retratos, desde Sevilla a Madrid, amigos, familia y hasta un maestro del guión con el que tengo el honor de poder “discutir” estos días.
Espero que disfrutéis tanto como yo he disfrutado haciéndolas, y en la aventura de recuperarlas dándolas por perdidas.
Pedro Loeb
Elías
Germán
Pablo
Sergio
Víctor
Paula
Alberto
Hipólito