Una mención que sabe a poco. No porque opine que merezcamos mucho más, no, simplemente por lógica, por el trabajo, por los medios a nuestra disposición. Puedo imaginar, a “ciencia cierta”, que éste es el sentimiento de muchos de los grupos que se han ido con las manos vacías de la gala.
Al menos acerté, salvo por una, en mi quiniela personal.
El ganador, casualidades de la vida, lo teníamos en grande en la pizarra al comienzo del concurso, enhorabuena.
De todas maneras gracias. Gracias a mi equipo, a todo LOREM IPSUM. A nadie más. ¡Gracias!
Jaja, lo de la pizarra es, al menos, llamativo.
El caso es que da igual. Me lo pasé en grande y fue la excusa perfecta para teneros en casa bebiendo vinito un domingo. Mi pregunta es: ¿lo pudimos hacer mejor? La respuesta es: seguro que sí.
Sobre todo si hubiéramos hecho una película sobre barbas.
“Barbas en remojo; el vino y la sangre no se diferencian”. Ahí tienes título, sí, muy de serie B.